LOS NIñOS NO NACEN RACISTAS, PERO PERCIBEN LAS DIFERENCIAS RACIALES A UNA EDAD TEMPRANA

Un estudio de 2005, por ejemplo, demostró que los bebés percibían diferencias raciales y mostraban preferencias por su propia raza ya a los 3 meses de edad.

En 2017, otro estudio demostró cómo niños de entre 6 y 9 meses de edad asociaban a los adultos de su propia raza con música alegre y a los de otra raza con música triste.

Si bien los niños muestran un "sesgo racial débil" a los 7 años, a la edad de 10 años, su sesgo se vuelve "fuerte y fiable". Los niños blancos de un estudio realizado en 2014 pensaban que los niños negros de la misma edad sentirían menos dolor que ellos si se golpeaban la cabeza o se mordían la lengua.

Estos y otros estudios demuestran que los prejuicios raciales pueden ser difíciles de deshacer una vez que se han instalado. Pero los expertos afirman que hablar con los hijos sobre la raza, puede conducir a actitudes más sanas y positivas.

¿Por qué debería hablar de raza con mis hijos?

Aisha White, directora del programa Positive Racial Identity Development in Early Education (PRIDE) de la Universidad de Pensilvania (EE. UU.), se plantea la siguiente pregunta: "¿Por qué no deberías hablar de raza con tus hijos?".

Los padres pueden empezar a abordar el tema incluso antes de que sus hijos puedan hablar, a través de imágenes -en libros ilustrados, por ejemplo-, afirma White, citando una investigación de las psicólogas Phyllis Katz y Jennifer Kofkin.

En un estudio de 1997, Katz y Kofkin descubrieron que la mayoría de los niños de 2 años y medio preferían un compañero de juego de su misma raza cuando se les presentaban imágenes de razas diferentes.

A los 3 años, los investigadores observaron un cambio importante en las preferencias de los niños: la mayoría prefería un compañero de juego blanco a personas de color.

"Han empezado a entender que en el país se prefiere a los blancos. Es la población que recibe la atención, la adoración, la que se considera más importante. Por tanto, empiezan a asimilar esos mensajes", explica White.

Los padres de color deben intentar mantener conversaciones con sus hijos, dijo White. Deben ayudar a sus hijos a entender que los blancos no son mejores que ellos. Los padres blancos también deben hablar con sus hijos.

¿Cómo puedo hablar de raza con mi hijo pequeño de color sin asustarlo?

White afirma que las investigaciones han revelado que los padres de color suelen centrarse en cuatro aspectos cuando hablan de raza con sus hijos:

1. Conciencia cultural

2. Igualitarismo

3. La preparación para los prejuicios

4. Fomentar la desconfianza

La conciencia cultural implica la celebración de la propia raza y origen.

El igualitarismo es decir a los niños inteligentes y guapos que no son mejores que nadie y que nadie es mejor que ellos. Estos mensajes son apropiados y necesarios para niños de todas las edades, afirma White.

Prepararse para los prejuicios implica decir a los niños que, aunque sean guapos e inteligentes, no todo el mundo los verá así. Esto puede ser una conversación necesaria en algún momento, dijo White, pero no es necesario enseñárselo a niños muy pequeños.

La desconfianza se relaciona con los mensajes que los padres transmiten a sus hijos sobre personas diferentes a ellos, explicó White.

"Por ejemplo, a los niños negros se les dice: 'Puedes tener un amigo blanco, pero no siempre podrás confiar en él cuando se trate de una experiencia grave, porque te tratará de forma diferente y puede que no te defienda'", dijo White. "Eso es algo que hacen algunos padres, y no es un mensaje que me parezca apropiado para los niños pequeños".

No creo que mi hijo blanco vea la raza, ¡son tan pequeños!

Algunos padres no hablan de cuestiones raciales con sus hijos porque creen que son ciegos al color.

Sin embargo, según White, y como demuestran los estudios mencionados anteriormente, esto no es cierto. Según ella, los niños ven la raza a una edad muy temprana, y si no hablamos de raza con ellos, pueden desarrollar "actitudes sobre la raza que son totalmente diferentes de las actitudes de sus padres".

Según sus investigaciones, las actitudes de los niños hacia la raza pueden estar consolidadas a los 10 años. A partir de ese momento, puede ser más difícil cambiar sus puntos de vista.

(mw/vt)

Autor: Clare Roth

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