El yoga se ha convertido en una de las prácticas favoritas de muchos adultos mayores, pues más allá de ayudar a relajarse, en cuanto a su físico las mejoras son notables por los ejercicios de flexibilidad que les permiten una mayor movilidad.
Según datos del Tecnológico de Monterrey, el yoga en adultos mayores ayuda con su respiración, flexibilidad, mejora el equilibrio, fortalece sus músculos y protege sus huesos, además de aliviar ciertas dolencias.
“Resulta también conveniente para personas que padecen artritis, diferentes tipos de cáncer, ansiedad, depresión, la enfermedad de Parkinson, entre muchos otros padecimientos, ya que funciona muy bien como parte de un tratamiento integral”, indicaron.
Es por esto y más que acá te recomendamos siete posturas que ayudarán con tu movilidad, recuerda que esto es recomendable hacerlo en presencia de un profesional para que pueda guiarte por primera vez, de hacerlo en casa puedes utilizar una silla para evitar que puedas caerte o lesionarte:
Esta postura consiste en mantener un pie en el suelo, mientras el otro flexionado se recarga en parte de la pantorrilla, se juntan las manos y se mantiene el equilibrio haciendo varias respiraciones.
En esta postura primero se deberán entrelazar las manos, para después estirarlas hacia arriba hasta levantar los talones del piso y quedar de “puntas” lo más que se pueda, con esto se busca estirar toda la columna y descongestionar los nervios espinales.
En esta postura se debe bajar lo más que se pueda sin flexionar las rodillas, tratando de pegar la barbilla a las piernas y abrazando estas para hacer una flexión profunda. Se dice que con este movimiento se ayuda a la relajación, libera el estrés, mejora la digestión y activa el sistema nervioso.
Esta postura es un poco complicada, por lo que se sugiere usar una silla enfrente para evitar caídas, se debe estirar una pierna, mientras la otra se flexiona, al levantar las manos se mira hacia arriba, se debe elevar la columna en línea con la cadera.
Similar a la postura de la montaña, sólo que aquí las manos no están entrelazadas y ambas plantas de los pies tocan el suelo. La respiración debe ser lenta y profunda.
Esta postura ayuda a estirar las articulaciones de las piernas, se debe cruzar una pierna por encima de la otra como si se estuviera sentado, las manos deben permanecer en las caderas manteniendo la espalda recta.
En esta postura se debe sentar en el piso con las piernas cruzadas para tratar de mover el torso al lado contrario. Es ideal para quienes padecen dolor lumbar o dorsal.
Antes de cualquier ejercicio o práctica recuerda hacer un calentamiento previo para que puedas ejecutar correctamente y evitar lesiones en tus músculos, no olvides que los beneficios serán progresivos y tu cuerpo lo agradecerá. ¡Inténtalo!