¿Alguna vez te has preguntado por qué algunos recién nacidos llegan al mundo con una cabellera impresionante, mientras que otros apenas tienen un par de mechones? Si eres padre o abuelo, seguro que este tema ha generado curiosidad y hasta debates familiares. Aquí vamos a resolver tus dudas, y te vamos a decir qué es ciencia y qué es mito.
Primero, hablemos de un término técnico: el lanugo. Este es el primer tipo de pelo que le sale al bebé cuando está en el útero de mamá. Aparece más o menos entre las semanas 13 y 16 del embarazo y es un pelo muy fino que cubre parte del cuerpo del pequeño, incluida su cabeza.
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Contra todo pronóstico, solo alrededor del 30% de los bebés nace con un pelo que realmente se nota. Y si el pequeño es prematuro, hay más posibilidades de que tenga más cabello al nacer. Así lo indican estudios de la reconocida Cleveland Clinic.
El lanugo tiene una función vital. Este primer pelillo no está ahí solo para hacernos decir "¡qué lindo!". En realidad, ayuda a que una sustancia cerosa llamada vérnix se adhiera a la piel del bebé, protegiéndolo dentro del útero.
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Si te has dado cuenta de que muchos bebés nacen prácticamente calvos, hay una razón para eso. Generalmente, el lanugo se cae dentro del útero entre la semana 39 y 40. De hecho, este pelo fino puede quedar flotando en el líquido amniótico.
Cambios en el pelo después del nacimiento. Aunque el lanugo tiende a caerse casi inmediatamente después del parto, el pelo definitivo empieza a salir a partir de los seis meses de vida. Aquí la genética y la dieta jugarán un papel fundamental en cuán espeso y abundante será.
Ahora que conoces las verdades y los mitos sobre por qué algunos bebés nacen con pelo. ¿No te parece fascinante cómo funciona la naturaleza? Y recuerda, cada bebé es único y especial, ¡con o sin pelo!