Éntrale sin miedo a preparar una rica torta sencilla casera en poco tiempo. No necesitas ingredientes complicados ni horas de horneado. Con poquito esfuerzo tendrás un postre esponjoso y sabroso para compartir en familia.
Para empezar, junta en la mesa de la cocina: harina de trigo, polvo para hornear, azúcar, aceite vegetal, huevos, leche y esencia de vainilla. Revuelve todo y cuélalo en un molde enmantecado. Mételo al horno precalentado y en menos de 10 minutos saldrá una torta simple pero bien sabrosa.
Ora sí, con estos elementos tan básicos puedes hacer magia. La harina de trigo le da cuerpo, el polvo para hornear la esponja, el azúcar le pone lo dulce, el aceite la humedad, los huevos cremosidad y los líquidos como la leche y la vainilla balance. Combinando las cantidades correctas, te queda una torta casera bien esponjocita.
Así de fácil. No te preocupes si no tienes moldes ni ingredientes caros. En un refractario normalito queda igual de poca madre. Y con poquitos huevos, tantita harina y una cucharadita de esencia de vainilla sale una torta bien suavecita y esponjadita. ¡Pruébalo!
Ahora bien, para que te rinda esta torta sencilla casera y te quede más esponjosa, anota estos tips de la abuela. Primero, precalienta bien el horno, unos 170° pero bien calientito pa’ que suba altiro. Luego, bate bastante los huevos con el azúcar, unos 5 minutos, hasta que espese. Después incorpora despacito los demás ingredientes.
Otro truco es enmantecar y enharinar bien el molde, para que no se pegue la mezcla. Una vez horneada, deja entibiar la torta antes de sacarla del molde. Verás cómo se despega solita. Y para darle un toque más casero, rocíale hasta arriba una capa generosa de azúcar glass cuando se enfríe.
Así que ya lo sabes. Con poquitos ingredientes tienes una rica torta casera en menos de 10 minutos. Síguele a la receta básica y agrégale los truquitos infalibles. ¡A disfrutar el postre en familia! Y ya después nos cuentas qué tal te quedó la torta sencilla casera.